martes, 1 de enero de 2013

Agarrarse de los cuernos del Altar

 Cuando alguien temía por su vida y no le quedaba refugio humano alguno, podía correr al altar y agarrarse de los cuernos de ese altar. Era el lugar de sacrificio ; el lugar de encuentro entre el hombre y DIOS. Aquí era donde los hombres encontraban a DIOS, por medio del sacrificio ; a través del medio del sacrificio que fue ofrecido. Y agarrandose del altar, el estaba diciendo : ‘Yo imploro la protección de DIOS’ y DIOS así lo permitía, solo con una excepción —si el hombre era un asesino. Un asesino no encontraba protección, ni siquiera allí. Porque la ley enseñaba que el asesino podría ser quitado del altar y ser ejecutado por el crimen cometido.

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